
El pasado Viernes 17 de Marzo pudimos asistir en la Universidad de Alicante a un coloquio sobre Física, impartido por Alberto Fernández Soto, doctorado en Física, que trabaja actualmente en el CSIC.
El coloquio fue una breve pincelada sobre la Teoría del Big Bang y de cuales son los principales beneficios de este modelo descriptivo del nacimiento y expansión de nuestro universo. También se expusieron algunos de los problemas que presenta la teoría a la hora de explicar algunos de los fenómenos observados.
El primero en abrir las mentes de los grandes científicos del siglo XX para expandir sus horizontes fuera de la Tierra fue Einstein quién gracias a sus ecuaciones dio la vuelta al pensamiento científico.
Científicos como Lemaitre, Hubble o Gamov comenzaron a estudiar cómo se comportaba el universo y teorizaron que éste, en su origen, se comportaba como el núcleo de una estrella. En torno a 1965 diversos científicos estimaron que la temperatura media del universo se encuentra entre los 5 y los 50 grados Kelvin. Pero Penzias y Wilson demostraron gracias a la radiación de fondo residual que en realidad su valor era de 3 Kelvin.

Gracias al satélite Plank se puede estimar con mucha precisión la composición del universo:
- 4,6% átomos.
- 71.4% energía oscura.
- 24% materia oscura.
Para la década de los 90 surgen dos grandes teorías que se imponen al resto:
- El universo se expande a velocidad constante.
- Big Crunch, según la cual el universo se expande y colapsa de forma cíclica.
Pero se confirmó que las galaxias aceleran por lo que ninguna de las dos teorías es realmente correcta.
El gran problema de la teoría del Big Bang es el denominado «problema del horizonte» que se soluciona mediante la inflación cósmica que consistió en una expansión del universo del orden de 10^30 m en 10^-30 s por el cual desaparece dicho problema.
Pero con la inflación cósmica surge una gran pregunta todavía sin respuesta. ¿Qué hizo que el universo se expandiera de 10^30 m en 10^-30 s?
Como se puede observar es una teoría de bases sólidas pero que aun tiene muchos frentes en los que se debe seguir investigando.
Fran Valero.
Estudiante de Física
Universidad de Alicante