A la mayoría de personas nos apasionan estas estrellas, son realmente impresionantes y en realidad, su descubrimiento fue hace no mas de 50 años. ¿Pero quién fue su descubridor? En realidad, fue descubridora y te lo contamos a continuación.
En primer lugar, un poco de su biografía:
Jocelyn Bell Burnell es una astrofísica nacida en Irlanda del Norte en 1934. Cuando era pequeña, su padre tenía una gran biblioteca y comenzó a leer libros de astronomía. A sus once años, suspendió un examen y sus padres la enviaron a un colegio en Inglaterra donde quedó muy impresionada por un maestro de Física que le enseñó que, según dice la propia Bell:
«No tienes que aprender montones y montones de datos; tan sólo aprende unas pocas cosas clave, y… entonces podrás aplicarlas y construir y desarrollar sobre ellas… Fue un gran maestro, y me mostró cómo, en realidad, la Física era sencilla».
Años después, asistió a las universidades de Glasgow y Cambridge, donde fue doctoranda de Hewish.
Cuando acabó su doctorado, Bell trabajó en la Universidad de Southampton, la University College de Londres y el Royal Observatory en Edimburgo, hasta convertirse en Profesora de Física en la Open University durante 10 años, y después como profesor visitante en la Universidad de Princeton. Antes de jubilarse fue Decana de Ciencias en la universidad de Bath entre el 2001 y el 2004 y en entre 2002 y 2004 presidenta de la Royal Astronomical Society.
Volviendo a su paso por la universidad de Cambridge, trabajó con Antony Hewish y otras personas en la construcción de un radiotelescopio para usar los destellos interplanetarios en el estudio de los quásers que habían sido descubiertos hace poco. Un quarser es un fenómeno que surje cuando un enorme agujero negro, situado en el núcleo de una galaxia comienza a absorber toda la materia en su cercanía. Cuando esto ocurre, se libera una enorme cantidad de energía en forma de ondas de radio, luz, infrarrojo, ultravioleta y rayos X. Eso convierte a los quásers en los objetos más brillantes del universo conocido.
El caso es que Bell, analizando los registros del radiotelescopio en el verano de 1967, descubrió un patrón de señales demasiado rápidas y regulares como para tratarse de un cuásar, una por segundo, a cuya fuente denominó por lo pronto LGM1, esto es, Little Green Man 1 u Hombrecillo Verde 1. Luego analizó los datos disponibles con Hewish y descartaron que procedieran de la propia Tierra, de satélites humanos o, faltaría más, civilizaciones alienígenas. Hecho esto, fueron capaces de determinar que las señales provenían de estrellas muy masivas de rotación extremadamente veloz, a las que llamaron púlsares. A la primera de ellas la conocemos como CP 1919, pero hay quien piensa, y con razón, que debería llamarse estrella Bell. Al cuarto descubrimiento, anunciaron su descubrimiento.
Debido a estos descubrimientos, Hewish recibió el premio nobel. A pesar de que Jocelyn no obtuvo el Premio Nobel junto a Hewish por su descubrimiento, ha sido galardonada por muchas otras organizaciones. La exclusión de Jocelyn Bell entre los galardonados del Premio Nobel causó una gran controversia entre sus colegas a pesar de que en una entrevista confesó que no lo lamenta y que piensa que la vida le ha ido mejor sin ese galardón.
Actualmente es profesora visitante en la Universidad de Oxford. Esta mujer es un ejemplo para el mundo de la ciencia de dedicación y pasión. A todo aquel que le interese, en la pagina web de la universidad de Cambridge se encuentra su tesis doctoral al alcance de todo aquel que quiera leerla y navegando por la web se puede encontrar más información sobre esta científica que ha descubierto estas estrellas tan impresionantes.