Una llamarada solar de Próxima Centauri 10 veces más luminosa que las del Sol descarta a Próxima b como exoplaneta habitable.
El 24 de marzo del año pasado no fue un día normal para Próxima Centauri, la estrella más próxima a nuestro sol, en palabras de la autora principal del artículo que desvela este descubrimiento, Meredith MacGregor, quien, en un artículo publicado el 26 de Febrero en The Astrophysical Journal Letters relata sus observaciones sobre esta estrella.
La llamarada observada fue diez veces más potente que las más grandes del Sol, aumentando la luminosidad de Próxima Centauri en tres órdenes de magnitud, siendo mil veces más brillante de lo que la estrella es habitualmente. El evento en su totalidad duró aproximadamente un minuto, con un pico de luminosidad de 10 segundos.

Según las observaciones en el espectro de rayos-X indican que las deflagraciones de la estrella son similares en densidad y temperatura a las exhibidas por el Sol. Esto supondría que Próxima b podría haber recibido intensas dosis de radiación que supondrían que su superficie quedase en deplorables condiciones, de cara a su habitabilidad.
Las observaciones del observatorio ALMA, analizadas por el departamento de Magnetismo Terrestre, del Carnegie Institution for Science, en el que trabaja MacGregor, llevan al equipo de investigadores a concluir la inexistencia de un cinturón de materia protoplanetaria en torno a la estrella en una región cercana a la estrella (~ 0.4 UA) similar al cinturón de asteroides situado entre la Tierra y Marte, indicios de que Próxima centauri carecería de un sistema planetario complejo como en nuestro sistema solar.
A lo largo de los miles de años desde la formación de Próxima b, es probable que otras llamaradas como esta hayan evaporado cualquier océano o atmósfera, según palabras de la propia MacGregor. Este hallazgo nos lleva a plantearnos la situación de habitabilidad del un planeta, ya que tal vez depende de muchas más factores que simplemente su posición relativa a la estrella en torno a la que orbita, pues esto demuestra que el hecho de encontrarse en la región habitable no es suficiente.