Tras los dos artículos “La Física tiene nombre de mujer (I)” y “La Física tiene nombre de mujer (II)” sobre los pósters expuestos en el Primer Congreso Nacional de Estudiantes de Física, hoy os traemos la tercera parte, en la que hablamos de otras cinco mujeres que hicieron un aporte enorme a la física.
ALICIA SINTES (1969-ACTUALIDAD)
Es profesora titular de la Universidad de les Illes Balears en el área de Física Teórica. Doctora en Física por esta universidad, ha realizado estancias postdoctorales, primero como becaria Marie Curie y como investigadora senior en el Instituto Max Planck für Gravitationsphysik de Alemania, así como otras estancias más cortas en Portugal, Canadá, Reino Unido, Alemania, Austria e Italia. Su investigación se centra en el campo de la astronomía de ondas gravitacionales. Es una experta en la puesta a punto de detectores interferométricos, en el estudio y búsqueda de estrellas de neutrones y sistemas binarios de agujeros negros, liderando diferentes investigaciones dentro de las colaboraciones de LIGO, GEO y LISA.
Ha sido asesor científico de la Agencia Espacial Europea: como miembro del ESA’s Fundamental Physics Advisory Group (2007-2009) y como miembro del Fundamental Physics Roadmap Advisory Team (2009-2010). También ha sido vocal de la junta directiva de Sociedad Española de Gravitación y Relatividad desde su fundación en el 2003 hasta el 2007 y actualmente es miembro del Nominating Committee de la ISGRG. Cuenta con más de un centenar de publicaciones científicas en prestigiosas revistas, además de numerosos capítulos de libro, actas de congresos e informes técnicos, acumulando más de 10000 citas y un factor h=63.
EMMY NOETHER (1882-1935)
Nació el 23 de marzo de 1882 en el seno de una familia judía en la ciudad bávara de Erlangen (Alemania). Estudió matemáticas en la Universidad de Erlangen-Núremberg, una decisión muy poco convencional en su época. Siendo una de las dos únicas mujeres estudiantes en una universidad con 986 alumnos matriculados, a Noether se le permitió asistir como oyente a algunas clases, contando previamente con el permiso preceptivo de cada uno de los profesores a cuyas clases deseara asistir. Durante el semestre de invierno 1903-04 estudió en la Universidad de Gotinga, asistiendo a lecciones impartidas por el astrónomo Karl Schwarzschild y los matemáticos Hermann Minkowski, Otto Blumenthal, Felix Klein, y David Hilbert. Muy poco después, las distinciones en los derechos de las mujeres que pendían en esa universidad fueron rescindidos.
Bajo la supervisión de Paul Gordan escribió su tesis “Sobre la construcción de los sistemas formales de las formas ternarias bicuadráticas”, la cual amplió en 1910 y 1911 generalizando el caso de 3 variables a n. En la primavera de 1915, Noether fue invitada a regresar a la Universidad de Gotinga, donde poco después mostró su capacidad probando el teorema que hoy en día lleva su nombre, que muestra que en un sistema físico cada simetría implica una cantidad conservada.
HEDY LAMARR (1914-2000)
Nació el 9 de noviembre de 1914 en Viena (Austria) en el seno de una familia de judíos burgueses. Empezó sus estudios de ingeniería a los 16 años, pero tres años más tarde, abandonó la ingeniería atraída por su vena artística, y empezó en el teatro berlinés como alumna de Max Reinhardt. Así inició su carrera cinematográfica, y sería mundialmente famosa por la secuencia de la película Éxtasis (1933), en la que aparece completamente desnuda. Por dicha escena se la conocería como la primera mujer en la historia del cine que apareciera desnuda en una película comercial.
Fue prometida en un matrimonio de conveniencia con el magnate de la industria armamentística Friedrich Mandl, proveedor de armas de Hitler y Mussolini. A Hedy no se la permitía salir de casa, y aprovechó para continuar con sus estudios de ingeniería y obtener de los clientes y proveedores de su marido los pormenores de la tecnología armamentística de la época. Tras escapar de su marido, ofreció al gobierno de los Estados Unidos toda esta información confidencial.
Hedy Lamarr y el compositor George Antheil patentaron un sistema de comunicación secreta, una versión temprana del salto en frecuencia, técnica de modulación de señales en espectro expandido que usaba un par de tambores perforados y sincronizados para cambiar entre 88 frecuencias, y que fue diseñado para construir torpedos teledirigidos por radio que no pudieran detectar los enemigos. Con la irrupción masiva de la tecnología digital a comienzos de la década de 1980, la conmutación de frecuencias permitió implantar la comunicación de datos WIFI.
MARY KENNETH KELLER (1913-1985)
Nació en Cleveland (Estados Unidos) en 1913. En 1932 ingresó en la congregación de las Hermanas de la caridad de la Beata Virgen María y se ordenó monja en 1940. Estudió matemáticas en la Universidad DePaul en Chicago, recibiendo un Bachelor of Science y realizó también un Master of Science en Matemáticas y Física. Solicitó su ingreso en Dartmouth a pesar de que en 188 años de historia nunca se había admitido a ninguna mujer. En 1958 entró a formar parte del laboratorio de Ciencias de la Informática reservado, hasta ese momento, exclusivamente a varones. Allí participó en el desarrollo el lenguaje de programación BASIC.
Realizó el doctorado en la Universidad de Wisconsin-Madison y presentó su tesis en 1965 sobre Inferencia inductiva de patrones generados por computadora realizada en el lenguaje de programación FORTRAN que se sigue usando en aplicaciones matemáticas y científicas a día de hoy. Mary Kenneth se convirtió así en la primera mujer de Estados Unidos doctorada en Informática. Apoyó la creación del ASCUE (Association Suporting Computer Users in Education) y también defendió firmemente la presencia de las mujeres en el ámbito de la informática.
ADA LOVELACE (1815-1852)
Nació el 10 de diciembre de 1815 en Londres (Reino Unido). A una edad temprana, su talento matemático la condujo a una relación de amistad prolongada con el matemático inglés Charles Babbage, y concretamente con su obra sobre la máquina analítica. Entre 1842 y 1843, tradujo un artículo del ingeniero militar italiano Luigi Menabrea sobre la máquina, que complementó con un amplio conjunto de notas propias, denominado simplemente Notas. En ellas se encuentra lo que se reconoce hoy como el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, por lo que se la considera como la primera programadora de la historia.
Dedujo y previó la capacidad de los ordenadores para ir más allá de los simples cálculos de números, mientras que otros, incluido el propio Babbage, se centraron únicamente en estas capacidades. Su posición social y su educación la llevaron a conocer a científicos importantes como Andrew Crosse, Sir David Brewster, Charles Wheatstone, Michael Faraday y al novelista Charles Dickens.